Es difícil no amilanarse ante los graves problemas que millones de personas enfrentamos todos los días. Los noticieros, están plagados de noticias desalentadoras, que quiérase o no, nos afectan a todos; especialmente, para quienes han perdido su trabajo. Pero los cristianos tenemos esperanza en momentos de crisis.
Los países más poderosos estarán sumergidos en la más grande crisis económica que el mundo ha experimentado. Sin embargo, muchas crisis económicas pudieron ser evitadas, sin embargo, algunos políticos prefieren el caos y la guerra porque esa es la forma en la que se enriquecen. Todas las naciones en el mundo, estamos interrelacionadas y lo que hacemos como pueblo repercute en el resto de las naciones.
En estos tiempos de gran necesidad económica existe una salida, y no me refiero a un nuevo presidente, sino una solución verdadera y permanente que vendrá a romper con el despilfarro de la riqueza que pertenece a Dios. Porque recordemos que el oro y la plata le pertenecen al Señor; es decir, que las riquezas, aunque tengan nombres de grandes corporaciones, al final no podrán permanecer para siempre. Cuando nuestro Señor y Salvador Jesucristo regrese a la tierra a establecer su Reino de Justicia y equidad se extenderá hasta el último rincón de la tierra. En este Gobierno Divino no habrá hombres en necesidad porque Dios gobernará y cubrirá todas nuestras necesidades individuales.
Esperanza en momentos de crisis
Por ahora, lo único que podemos hacer como pueblo de Dios, es unir fuerzas en oración y en ayuno, esperando la respuesta del creador. Nosotros como Nación Santa… como pueblo adquirido por Dios, podemos afectar al resto de las naciones del mundo haciendo lo que nuestro Padre nos pide que hagamos. Si los cristianos clamamos, Él nos escuchará y nos responderá. Dios no quiere que su pueblo perezca, él es la esperanza en momentos de crisis y no permitirá que falte el pan de cada día. Cada cristiano nacido de nuevo, es para Dios su especial tesoro, no somos gente extraña para rechazarnos, ¡¡¡somos sus hijos!!! Por lo tanto; es tiempo que hagamos lo que debemos hacer: ORAR.
Nuestra confianza debe estar puesta en Jehová quien hizo los cielos y la tierra, y no en los hombres. Quizá muchos cristianos prefieran “actuar” para encontrar una salida, ya sea participando en la política, manifestándose en las calles, o cualquier otra medida que consideren necesaria para cambiar su actual situación; pero la palabra de Dios nos manda hacer algo diferente.
Hace tres mil años el pueblo de Israel quiso actuar sin el consentimiento de Dios, dicha actitud provocó su ira, aunque muchos en esas circunstancias quizá hubiéramos actuado de igual forma: “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores.” Isaías 30:15-16
Es hora que actuemos
Nosotros debemos actuar, pero no a la manera del mundo, sino, a la manera de Dios. Nuestro Padre no lo mueve el número de personas levantando las manos o gritando al unísono, sino en la fe que sus hijos demuestran en su diario vivir. Sin embargo, un pueblo lleno de fe, que ora seguramente moveremos el corazón de Dios para darnos paz.
La FE, la podemos definir como: “LA CONFIANZA EN LAS PROMESAS DE DIOS” sin lugar a dudas, es el medio más eficaz de salir de la angustia. Porque Él ha prometido no dejarnos ni desampararnos “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” Hebreos 13:5 No espere que milagrosamente caigan billetes del cielo, estoy afirmando, que aún en medio de la peor crisis financiera mundial, usted poseerá algo que millones no tendrán: LA PAZ QUE SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO
Quizá usted haya perdido su trabajo, o su compañía está a punto de irse a la quiebra, pero sepa que no está solo y no es el único que atraviesa por esa situación, a lo mejor crea que nadie más está sufriendo lo que usted, pero si deja de pensar en lo mucho que sufre, sabrá que existen muchas más personas probablemente más necesitadas que usted.
Cambiar nuestra angustia por gozo no es fácil, pero tampoco es imposible. Las angustias y necesidades si las compartimos serán más livianas, su necesidad será la de su hermano y la necesidad de su hermano será la suya, juntos sobrellevarán esa carga más fácilmente “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” Eclesiastés 4:12 si unimos fuerzas haciendo lo que Dios ha dicho que hagamos saldremos de esta y de cualquier crisis que venga porque Dios está de nuestra parte.
